En el periódico del partido liberal, El Clamor Público,  de fecha 12 de septiembre de 1851, aparece por primera vez un artículo, indicando la necesidad de la construcción del trazado de un camino de hierro, que partiendo de Aranjuez, pase por Corral de Almaguer, Quintanar de la Orden, Mota del Cuervo, Belmonte, Las Pedroñeras, san Clemente hasta llegar a Campo de Criptana.

El 16 de agosto de 1907 en la Gaceta de los Caminos de Hierro se publica un concurso público sobre ferrocarriles secundarios. La Empresa de ferrocarril de Villacañas a Quintanar de la Orden dice que así cuando se inaugure esta línea de ferrocarril, es muy posible que se estudie seriamente su prolongación en 25 o treinta Kilómetros más hacia Belmonte y  más tarde a San Clemente, por su demostrada rentabilidad.

El diario liberal El Imparcial, de fecha 30 de octubre de 1924, informa que se encuentra en la Corte una numerosa comisión de alcaldes y agricultores de El Toboso, Villa de Don Fadrique, Puebla de Almoradiel, Miguel Esteban, El Pedernoso, Las Mesas, Santa María de los Llanos, Belmonte y otros pueblos de Toledo y Cuenca que, presidida por el Delegado Gubernativo de Qintanar de la Orden, viene a solicitar de los poderes públicos la prolongación del ferrocarril de Villacañas a Quitanar de la Orden, y también hasta Belmonte, aludiendo que la realización de proyecto favorecerá una zona de La Mancha totalmente olvidada por la Administración, destacando asimismo la falta de medios de comunicación y que a sus productos  se les podría dar salida al mercado nacional, contribuyendo a resolver la crisis de trabajo de la zona. La comisión se reunió con el Presidente interino del Directorio, el Subsecretario de Fomento y el Presidente del Consejo Supeior Ferroviario, solicitando su concurso, teniendo en cuenta la gran importancia del citado ferrocarril y que tambien haría accesible al turismo el lugar de El Toboso, el castillo de Belmonte y los bellos paisages de la zona. Asimismo, se expusieron que los saltos de agua de esta región, podrian electificar gran parte de la línea, que en su día habrá de unirse a la linea de ferrocarril de Madrid a Valencia

El 10 de marzo de 1925, la revista Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros, publicaba el anteproyecto del Plan General de Ferrocarriles en el cual el Consejo Superior de Ferrocarriles, en su última reunión de pleno, había tratado el anteproyecto presentado por la Sección de Planes y Proyectos relativos a la construcción de nuevas líneas, proponiendo la autorización para que se realizara. Una información pública a la que se podría acudir en todos los Gobiernos Civiles.

Para la construcción de las líneas ferroviarias en España se calculaban unos gastos de 5.000 mil millones de pesetas.

Despues de un amplio debate, fue aprobada la autorización propuesta, acordándose abrir información pública, para el anteproyecto presentado. De los 9.142 km  de dicho plan  la prolongación de la linea de Quintanar  a Belmonte correspondian 35 kilómetros.

El 1 de diembre de 1925  en la Gaceta de los Caminos de Hierro, se publicaron  los planes  de ferrocarriles  en el que aparece la línea de Quintanar a Belmonte.

En Belmonte, en el barrio que hoy conocemos como Corea, estuvo construida la estación del tren, donde había de llegar el ferrocarril, prolongación natural de la linea de Villacañas a Quintanar de la Orden, que casi llego ser una realidad, ya que durante los años 1923 a 1930, con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, hubo un momento que tuvimos a la Administración de nuestra parte, pero esa oportunidad  se perdió para siempre con la caida de la citada  dictadura.

Un buen día me comentaron, hace años , que en belmonte no llegó el tren por la oposición de los grandes terratenientes  de nuestro pueblo, por miedo a perder la mano de obra. No sé si esto es verdad, pero me pregunto, que de llegar a materializarse, ¿cuánto y cómo hubiese cambiado nuestro pueblo?

Desde el año 1848 y mas tarde en 1851 que circularon los primeros trenes en España, se dio pie al inicio de un movimiento de proyectos ferroviarios en Cuenca, con nulos y decepcionates resultados. Históricamente en nuestra provincia se ha tenido un gran interés en la construccin en su territorio de varias líneas de ferocarril, por su situación geográfica, con el fin de agilizar y modernizar su economia, de dar una mejor salida a sus productos agrícolas y de industrializarse. De haberse llevado acabo, creo que hubiera cambiado su imagen y el desarrollo que hubiera sufrido hubiese sido otro, posiblemente evitando la situación que actualmente padece de abandono, donde sus pueblos poco a poco se despueblan y mueren, sin  voluntad ni medios que lo impidan.

Varios fueron los planes ferroviarios para su construcción, pero por una u otra causa no llegaron a materializarse, Desde mi punto de vista pienso en las posibles causas y cito, entre otras, el hecho de que, tal vez, en su momento, sus habitantes no lucharon lo suficiente, o no pusieron el entusiasmo necesario que sí lo tuvieron en otras provincias, para así  ver conseguido el anhelado beneficio del ferrocarril.

Cuántas ilusiones y esperanzas esfumadas, y cuántos desengaños sufridos por el pueblo conquense a lo largo de estos últimos siglos. Siempre ha sido una provincia perdedora, de la se han aprovechado al máximo, sin conseguir nada a cambio, como aconteciera con la pérdida de parte de su territorio, la comarca de Requena y Utiel en el año 1851, para agregarla  a Valencia.

 

Miguel Ángel Vellisco Bueno